El alto costo del cuidado de salud es el asunto número uno cuando hablo con los tejanos durante la campaña. Texas tiene la tasa más alta de la nación en gente sin seguro, y eso es inaceptable. Nuestro sistema actual es uno de ineficiencias y costos demasiado altos. Debemos aumentar acceso y asequibilidad creando una opción pública para hacer Medicare disponible para todos los que lo quieran. El mejor cuidado de salud que yo he tenido es cuando tenía el Tricare que me daba el ejército, similar a Medicare, y yo creo que ese tipo de cuidado de salud de primera es el que debe estar disponible para todos los americanos. Todo niño tiene que estar cubierto, punto.
Podemos y debemos proteger el progreso hecho por el Affordable Care Act mientras trabajamos en mejoras necesarias. No podemos regresar al pasado cuando las compañías de seguro podían discriminar ante las personas con condiciones preexistentes o vender planes basura que dejaban a gente en peligro cuando se enfrentaban a problemas de salud o heridas graves.
Como tu senadora, defenderé a los tejanos en contra de los intereses especiales que ponen a las ganancias por encima de la gente. Demasiadas persona aquí en Texas tienen problemas para poder pagar sus prescripciones. Lucharé por medidas que bajen el costo de las medicinas, como permitirle a Medicare que negocie precios con las compañías farmacéuticas. Adicionalmente, creo que debemos hacer responsables a los intereses farmacéuticos por su parte en la epidemia de opioides que ha destruído a comunidades aquí en Texas y más allá.
Me opondré a cualquier esfuerzo de privatizar, desmantelar, o minimizar Medicare, incluyendo subir la edad de elegibilidad. Medicare y Seguridad Social no son privilegios — son promesas hechas para cada americano. También me opondré a cualquier “impuesto de edad” que las compañías de seguro quieran imponer a americanos mayores.
Apoyo una ley federal que codifique a Roe v. Wade para que los derechos de reproducción no sean sujetos a los deseos de un sistema de cortes que es cada vez más partidario. Es inaceptable que en el 2019 los derechos de la mujer de tomar decisiones médicas sobre su propio cuerpo siga siendo atacado. Yo he tenido dos embarazos difíciles, y estoy agradecida que durante esos momentos el gobierno no estaba en medio de las discusiones personales entre mi doctor y yo. Los políticos no deberían legislar las decisiones más íntimas de las mujeres.
Los tejanos sufren de una de las peores tasas de mortalidad materna en el mundo desarrollado. Debemos apoyar a organizaciones que proveen servicios de cuidado de salud femenina a las comunidades más necesitadas. Me opongo a los esfuerzos de cerrar las clínicas que ofrecen estos servicios a las mujeres en todo Texas, especialmente en áreas rurales donde perder acceso a estas clínicas muchas veces significa una pérdida total de cuidado médico.
Debemos darle apoyo a las mujeres y las familias aumentando acceso a educación sexual, métodos anticonceptivos económicos y fáciles de obtener, y cuidado infantil al alcance de todos.
Por décadas, políticos de carrera se han negado a arreglar nuestro sistema de inmigración roto, y las consecuencias de su falta de acción y su falta de responsabilidad directamente afectan el día a día de los tejanos. Necesitamos ponernos a trabajar, colaborar con las comunidades fronterizas en encontrar soluciones, y traer un poco de sentido común a este problema.
Eso significa comenzar con acabar permanentemente con la separación de niños de sus padres, asegurar que aquellos que buscan asilo no sean tratados como criminales y que sus peticiones sean procesadas de manera correcta, proteger nuestra frontera con procedimientos efectivos y tecnología en vez de malgastar billones en un muro ineficiente que requiere quitarle fondos al presupuesto de construcción militar mientras le quita tierra a tejanos, y construir un camino a la ciudadanía para residentes indocumentados que le da prioridad a nuestra seguridad y refleja nuestros valores como americanos — la dignidad humana y el respeto por el derecho de todos de buscar la felicidad.
La propagación de ideologías nacionalistas-blancas y anti-inmigrantes es una amenaza seria a nuestra seguridad, como se evidencio en la matanza de El Paso que fue dirigida a miembros hispanos de nuestra comunidad. Yo hice un juramento para defender a la constitución de cualquier enemigo, extranjero o doméstico, así que quiero ser completamente clara: debemos movilizarnos en contra de esta epidemia de terrorismo doméstico aquí en casa. Siempre lucharé en contra de esta retórica odiosa que tiene consecuencias reales, y enfrentaré a otros líderes electos que amplifican la retórica nacionalista-blanca y lenguaje racista para que tomen responsabilidad del impacto de sus palabras y cambien de rumbo.
Como la madre de dos niños pequeños, el cambio climático es una de las razones más importantes por las cuales me lancé al Senado. El cambio climático es una de las amenazas más graves a la salud y la seguridad de nuestras comunidades, el mundo que dejamos para la próxima generación, y nuestra seguridad nacional. No podemos esperar más para actuar.
En Texas, estamos viendo personalmente los efectos del cambio climático. Hemos visto huracanes devastadores como Harvey, y múltiples inundaciones de “cada 500 años” en tan sólo algunos años. El estatus quo no es sustentable.
Debemos establecer objetivos agresivos para la expansión de energía limpia y renovable, e invertir en la manufactura de energía limpia y transporte sustentable. Texas tiene la oportunidad de ser el líder americano en energía de viento y energía solar, y debemos utilizar nuestros recursos naturales renovables para crear trabajos aquí en nuestro estado.
También debemos modernizar nuestra red eléctrica para que esté equipada para funcionar durante la utilización máxima.
Cada niño, sin importar de donde viene o cuánto dinero tiene su familia, debería tener acceso a una educación económica y de calidad. Yo lucharé por las escuelas públicas de Texas y sus maestros, porque creo que una inversión en escuelas públicas fuertes es una inversión en el futuro de nuestra nación. Los maestros, educadores, y empleados escolares merecen ser tratados con respeto y ser pagados salarios a la par de los servicios imprescindibles que proveen a nuestra sociedad.
Demasiados tejanos sufren de deudas estudiantiles aplastantes. Debemos poner punto final al gobierno haciendo dinero de estas deudas, reduciendo las tasas de interés en deudas estudiantiles al mismo tiempo que aseguramos que toda la educación superior — desde programas de aprendiz, hasta entrenamiento vocacional, hasta programas diplomados — es más económica para estudiantes presentes y futuros. Los tejanos con los cuales he hablado me han dicho que el requerimiento de pago inmediato una vez graduados los ha llevado a peores empleos. Cada préstamo estudiantil debería tener un período de gracia de por lo menos varios meses en donde el préstamo no genera intereses, y ese período debe ser pausado si el individuo se inscribe en otros cursos de entrenamiento como certificaciones o diplomas vocacionales.
Aunque un diploma universitario es una de las avenidas para encontrar seguridad financiera, también necesitamos invertir y dar apoyo a programas vocacionales. Los programas vocacionales expanden sectores comerciales, que muchas veces proveen trabajos de gremio seguros y de alta paga. Aquellos que realizan estos trabajos siempre han sido, y seguirán siendo, la columna de nuestra nación, y el motor para seguir mejorando la infraestructura de nuestro país.
Yo creo que nuestro país y nuestra economía son más fuertes cuando nuestros trabajadores y sus familias son fuertes. Cuando yo era niña, mi mamá tenía tres trabajos para poder mantenernos, y hay demasiados tejanos que sufren lo mismo hoy en día. Ese no es el sueño americano. Necesitamos aumentar los salarios y trabajar para reducir el costo de las viviendas para asegurar que los trabajadores puedan proveer para sus familias, y utilizar créditos de impuestos e incentivos para apoyar a pequeños negocios en vez de darle regalos a las compañías que envían nuestros trabajos al exterior.
Mi padrastro, que me crío como si fuera suya, murió en un accidente laboral. Por la gran labor que ha hecho el movimiento sindical para aumentar la seguridad laboral, menos familias han tenido que pasar por lo que sufrimos nosotros. Estoy agradecida por las victorias que el movimiento laboral ha logrado para crear espacios de trabajo más seguros y más justos, y protegeré ese progreso como senadora — siempre defenderé el derecho de los trabajadores para formar gremios y sindicatos y para negociar colectivamente por condiciones laborales sanas y seguras, salarios justos, y para asegurar pensiones y beneficios. Adicionalmente lucharé en contra de cualquier esfuerzo para cortar pensiones, Seguro Social, o Medicare.
Yo creo en la promesa de nuestro país y del sueño americano, y por eso es importante reconocer que las balanzas se han puesto del lado de los ricos y poderosos sobre las familias trabajadoras, quienes son dejados de lado para batallar con costos médicos obscenos, rentas altas, deudas estudiantiles, y más. Me opuse a los cortes de impuestos para corporaciones y gente rica en el 2017, y votaré en contra de cualquier legislación que beneficie a las corporaciones y a la gente extremadamente rica sobre las familias que intentan sobrevivir.
Como veterana de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos que sirvió en tres tours en Afganistán, yo comprendo la experiencia de nuestros soldados y sus familias de una manera que la mayoría de los políticos en Washington no pueden. Tenemos una responsabilidad a la próxima generación que va a llevar el uniforme: darles el ambiente global más estable posible.
Yo apoyaré políticas de seguridad nacional responsables que reconozcan el valor de encontrar soluciones diplomáticas y un uso estratégico de asistencia humanitaria y negociaciones de comercio, e insistiré en que reservemos el despliegue de tropas americanas como un último recurso. Yo creo que un Departamento de Estado sano es la primera línea de defensa de nuestras fuerzas armadas, y nuestras relaciones con nuestros aliados son frágiles y mantenerlas es una prioridad.
Además, se por que lo he vivido, lo difícil que es hacer la transición a la vida civil. Como tu senadora, siempre intentaré cumplir la promesa a nuestros miembros de servicio asegurando que reciban cuidado de salud de calidad, asistencia de vivienda, y ayuda comenzando una carrera o negocios al regresar de servir a nuestro país. Combatiré los esfuerzos por privatizar al VA y apoyaré iniciativas para hacer más eficiente que los veteranos reciban un mejor cuidado cuando lo necesiten. Con récords de suicidio y despliegues que pueden poner presión en las relaciones familiares, es crítico proveer suficiente cuidado de salud mental para abordar los problemas específicos de la población militar.
Mi servicio militar informa mi visión del gobierno. Cuando pienso en mis compañeros soldados que sirvieron conmigo el día que mi helicóptero fue derribado por los talibanes, y como luchamos juntos para completar nuestra misión y llegar a un lugar seguro, pienso como nuestro gobierno puede aprender lecciones de nuestras fuerzas armadas. Unidad, trabajo en equipo, y una misión común es la única manera de tener éxito.
Los tiroteos masivos múltiples han devastado a Texas en años recientes, y sin duda llegó el momento de actuar y finalmente terminar con la epidemia de la violencia por armas de fuego.
Debemos pasar leyes de seguridad de armas de fuego con sentido común que requieran chequeos de antecedentes en cada venta de armas, incluyendo en shows de armas — una propuesta que en la encuesta de El Washington Post-ABC News fue apoyada por el 88% de los propietarios de armas de fuego.
También debemos detener la venta de armas de asalto al público, pasar leyes de Bandera Roja limitando el acceso a armas por parte de abusadores domésticos — incluyendo cerrar el “resquicio legal para novios” — y aquellos que podrían cometer terrorismo doméstico, y debemos financiar de manera completa al CDC para que revierta los daños cometidos por la prohibición de décadas de investigar los efectos de la violencia de armas de fuego.
También estoy haciendo un llamado a oficiales locales y estatales para terminar la ley “open carry.” La protección de nuestros derechos que nos da la Segunda Enmienda — principalmente el derecho de proteger a nuestras familias — no es beneficiada por esa ley. “Open carry” es en sí misma un asalto a cada persona que ve un arma, por que nos vemos en la necesidad de escapar y proteger a nuestros niños sin la libertad de poder llamar a las fuerzas de seguridad. Debemos darle el poder a las personas de “si ves algo, di algo.”
La epidemia de violencia por armas de fuego en este país va más allá de los tiroteos masivos, llega dentro de nuestras casas con casos de abuso doméstico, tiroteos accidentales, y suicidios. Como tu senadora, utilizaré mi perspectiva de madre, propietaria responsable de armas de fuego, y veterana de combate, en mi trabajo por pasar leyes urgentes que protejan a nuestras comunidades.
Cuando alguien me dice que no entienden como una ley pasó o una decisión fue tomada en Washington, yo siempre les respondo que sigan al dinero. Eso es porque demasiados de nuestros líderes electos toman decisiones sobre cual ley apoyar dependiendo de quien les escribe el cheque de campaña más alto — desde el lobby de armas de fuego, a prisiones privadas, a compañías farmacéuticas — en vez de lo que es mejor para sus constituyentes.
Los americanos estamos hartos de ver a los políticos de Washington poner a los intereses especiales y a los juegos políticos por delante de las necesidades del pueblo. Es hora de limpiar nuestro sistema y regresarle el poder a los ciudadanos. Por eso me niego a aceptar dinero de PACs corporativos y estoy orgullosa de recibir el apoyo de End Citizens United.
Una vez electa, haré una prioridad acabar con los juegos partidarios de gerrymandering que siguen dividiéndonos, lucharé en contra de las tácticas para suprimir el voto y hacer que las personas no participen en nuestra democracia, y pasaré reformas de finanza de campañas éticas que aseguren que Washington sea responsable sólo ante los votantes.
También necesitamos establecer protecciones para la comunidad LGBTQ+ con leyes que prohíban la terapia de conversión. Si bien hemos avanzado a lo largo de los años, el hecho de que la llamada “terapia de conversión”, que puede traumatizar y dañar a los jóvenes LGBTQ+, todavía es legal en estados como Texas, es impensable. Cuando esté en el Senado, lucharé para garantizar los derechos de TODOS los estadounidenses.
Luché en Afganistán, y puedo decirte que no me importaba cuál era la identidad de género u orientación sexual de las personas que estaban a mi lado; todo lo que me importaba era que me respaldaban y yo también. Deberíamos anular rápidamente la prohibición de que los soldados transgénero se unan al ejército y establecer políticas que acojan a cualquier persona de cualquier identidad de género.
Tuve el honor de recibir un respaldo del Human Rights Campaign en 2018. Creo que necesitamos más voces LGBTQ + en el proceso político, y priorizaré traer esas voces a la mesa para garantizar que la legislación que escribo o vote sea equitativa para todos.
Nuestro sistema de justicia penal se rompe de manera tal que niega una representación legal justa y un trato equitativo bajo la ley a quienes no pueden permitírselo. Debemos aprobar reformas integrales de la justicia penal para combatir las disparidades raciales y económicas en todo el sistema, incluida la eliminación del perfil racial, la eliminación de incentivos de ganancias por arrestos injustos y multas, la ampliación y mejora de los recursos para asistencia legal y defensa indigente, y la reforma de sentencias, fianzas y enjuiciamientos prácticas
Apoyo las soluciones detalladas en la Campaign Zero, que incluyen aumentar la vigilancia comunitaria y la supervisión civil de la aplicación de la ley, garantizar que los departamentos de policía sean representativos de las comunidades que protegen y sirven, y poner fin a las prácticas policiales con fines de lucro.
La industria penitenciaria privada continúa beneficiándose del encarcelamiento masivo, la crisis de inmigración en nuestra frontera y las políticas históricas de injusticia racial. Como senador, trabajaré para poner fin a la práctica del gobierno federal de contratar con empresas de detención con fines de lucro.